Después de la lluvias recibidas se han creado grandes charcos en las distintas parcelas no comenzadas en la urbanización en la que trabajo, y en uno de ellos como por arte de magia, apareció estas navidades un precioso cisne que a fecha de hoy todavía nos acompaña y deleita con sus vuelos rasos por encima y alrededor de los que allí trabajamos.
La fotografía es una rápida instantánea sin nada de particular pero me ha parecido bien publicarla para mostrar que en medio del ruido y las incomodidades que se producen alrededor de las obras de construción también puede haber algo de belleza.